sábado, 1 de septiembre de 2007

El alma.

Tembloroso, me oculto
entre las sombras,
contemplo la luz
cerrando los ojos.

Intento vivir,
la cadencia de la vida
es algo que no logro seguir,
y me oculto de la luz del día.

Dejo pasar el tiempo
como cuando era niño,
solo que ahora no sonrío,
y me acompaña la música
de un extraño loco poeta.

Y siento como fluye
a través de mi piel…
Como un secreto
jamás revelado,
a la tumba llevado.

Se activan en mí
emociones que no conocía,
parecidas a las de la creación
a el vibrar de la poesía.

Todo el tiempo…

Sin importar nada,
sin importar que…
Viviendo de la planta del amor,
tomando para traerte aquí,
aunque sea solo en la imaginación.

Un piano, de blues,
guitarra flamenca
bajo sintetizado
y una voz profunda.

Que encanta,
que viaja
a través de los pensamientos.

Y que trae recuerdos jamás vividos…

Supongo que esta bien,
un dialecto incomprensible
se desglosa de la lengua,
a la vez propio y en momentos tan extraño
con sentimientos pintados de colores,
que ni siquiera el arco iris
ha logrado conquistar.

La música
expresa,
mis letras
intentan,
la poesía…
Simplemente es el alma,
disfrazada de palabra.

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